16 ene 2008




Nº 106

No nos mata el momento,

sino la falta de un momento.
no nos mata una sombra,

sino la ausencia aleatoria de una sombra

perdida probablemente en un declive de
esta insensata eternidad despareja.

No nos mata la falta de vida
sino el azar de un claroscuroque se proyecta sobre una pantalla invisible.
No nos mata morir,

nos mata haber nacido.




Roberto Juarroz